Lo que más me gusta:
- Tamaño compacto: es bastante más pequeño que otros centros de planchado que vi de la competencia, lo que hace que sea más fácil ubicarlo en casa y moverlo. Además, la plancha en sí es muy ligera, por lo que no cansa.
- Sensor de temperatura óptima: los más puristas dirán que no les gusta no poder seleccionarla, pero seamos realistas: 9 de cada 10 “planchadores” por condena ponemos siempre la plancha a tope. He probado tejidos de todo tipo y en todos he notado que aplicaba la temperatura que necesitaba.
- Por el punto anterior, poder apoyar la plancha en la tabla para ir moviendo la ropa o coger otra prenda es C O M O D Í S I M O
- Depósito de agua: es extraible y muy cómodo.
Respecto al tema del vapor, es la duda que más me surge con este producto. Aclarar que NO sale vapor continuamente, sino que tienes que accionarlo con un botón en el propio mango de la plancha (podéis verlo en las fotos, el transparente). Ese botón está bien construido, es ergonómico y no cuesta nada de trabajo pulsarlo, pero es importante saberlo porque requiere pulsarlo. Para mí no es molesto pero es posible que alguien que esté acostumbrado a un vapor constante no le convenza. Creo que este sistema también hace que el depósito no se vacíe muy pronto, siendo más pequeño que otros, y que no te salda chorreando la tabla de planchar.
Respecto al sonido del vapor, no es muy molesto, podéis notar en el vídeo la diferencia entre sin y con vapor y el sonido que emite la plancha (la base hace como un leve gorgoteo).
Sin duda, repetiría y más por el precio que cogí (170€ aprox, bastante menos que equivalentes de la competencia con algunas reseñas preocupantes), lo que no es mucho más caro que una buena plancha y, para mí, no hay color en el nivel de acabado que deja en las prendas que más me costaba planchar (algunas camisas y pantalones).